miércoles, 20 de junio de 2012

¿Tanto para esto?

¡Cómo pasa el tiempo, sí! He mirado la fecha de mi último post y no tenía la sensación de que hubiera pasado tanto. Los ritmos vitales, supongo. Aunque, lo creáis o no, he estado pensando mucho en esto que estoy escribiendo ahora mismo. No sabía si disculparme, si inventarme una historia a la altura de la realidad, si hacer mutis por el foro... 
Sí, lo había pensando y también el porqué de mi demora. En cualquier otro blog podría hablar de picos de trabajo, de la necesidad de dormir, de arrancar con otro tipo de género literario (infantil) y de otro montón de detalles prácticos que también son ciertos pero, si a alguien le interesa de verdad este aburrido post y sigue leyendo, seré realista y sincera, ¡qué coño!: llevo un año absolutamente satisfecha. 
Sí, lo he dicho; voy a ser sincera sin metáforas, sin versos, sin historias inventadas donde vive en propiedad una verdad. Sexualmente más que satisfecha de una forma noble, cierta, sin aliños morbosos... Sólo una absoluta conexión física inexplicable donde, por fin, encontraba a un hombre. Uno sin complejos, sin ansias de demostrar nada, uno a la altura de mi cuerpo, de mí. (Me cuesta no ser diplomática). ¡Vamos, que podía penetrarme como una persona normal! 
Y esto hizo que fuera bien el resto de aspectos de una relación de la que no quiero hablar, pero que me despojó de mi apellido (idem, que me cuesta decir "Lo mismo ya lo debería llamarme Abogada Soltera").
Asumir esta verdad me hizo pensar por qué empecé a escribir en este blog y encontré un nexo común en todas las historias; era como si, de alguna forma, supliera con literatura el desencanto o la insatisfacción sexual. Eso sí, lo que yo siempre he encontrado en mis aventuras ha sido cariño, ternura y respeto (así que no hablo desde el reproche). Por suerte, lo sigo teniendo.
Si también soy franca, este post parece un mail mal avenido. Resumen, ¡un coñazo! 




Prometo compensar.
Tengo fiebre y no me apetece nada ponerme intelectual.
El ventilador suena.
Me duele la cabeza y tengo mocos.
Existen algunos aforismos a los que no se les da bolilla: un buen polvo te quita todas las tonterías.
¡Ains, y lo que yo habré criticado el final de Eyes wide shut!
Feliz miércoles.