viernes, 8 de enero de 2010

Lunas sin luna

Olvida todo lo que voy a decirte.
Quédate con el murmullo de mi voz y con la sensación plácida de haberme cuidado.
No podía dormir. No podía. Mi cabeza no paraba de hacer señales de humo a mi cuerpo para que permaneciera despierto. Pero debía dormir.
Mientras, el sonido del Tic Tac me desafiaba a una distancia prudente para que, de forma sutil, fuera consciente de él… Y pasaban los segundos, los minutos, y seguía despierta. Empecé a imaginar cómo lamías los labios de mi boca como si fuera un pedazo de turrón. Me turbó el recuerdo del calor de tu lengua en algún lugar de mi cuerpo.
Me humedecí… pero olvídalo.
Empecé a mojar mis dedos en mi sexo por llevarlos a mi boca y saborearme, por ser consciente de cuántas ganas tenía de ti. La señal era inequívoca: muchas.

Empecé a tocarme y no sé por qué empecé a imaginarme a todos los hombres con los que había tenido sexo en el último año.
Me imaginé de espaldas, contra la pared y con las manos apoyadas en ésta, con la falda medio subida, con las bragas puestas y con ellos detrás mía, contemplándome. Uno por uno empezó a poseerme, pero olvídalo: uno despacio, agarrándome de las caderas con delicadeza por miedo a hacerme daño. Otro me abría los gluteos con fuerza mientras embestía dentro de mí. Mi pecho temblaba con cada penetración y me mojaba, sí, me mojaba por dentro y por fuera. Pensaba en cómo me comía aquel, en la polla dura del otro mojándola con mi sexo de talco. Uno más, otro que me lamía la espalda mientras rápidamente me follaba, aquel que me tiraba del pelo para metérmela hasta rozar mi orgasmo… Y apareciste tú, el último.
Con suavidad abriste mis piernas. Con suavidad te metiste en mí. Con suavidad y vehemencia me penetrabas, me susurrabas, me perdías… Y fue pensando precisamente en ti, la única persona con la que no he follado, con la que tuve el orgasmo más sublime y verdadero.

Y fue así como me dormí.

Me dormiste.
Pero olvídalo.

15 comentarios:

. dijo...

Qué intensidad, qué deseo, qué maravillosa actitud ante el sexo... Has regresado Abogada, y por lo que que veo regresas "con ganas".


Celebro verte de vuelta.

Moitos, moitos bicos

Abogada Soltera dijo...

Vuelvo hasta que comience, de nuevo, a comunicar... Ya conoces mis ciclos, mi amor.
Iba a añadir una impertinencia... jajaja
MIL BESOS de adorarte

Anónimo dijo...

El acto soñado con la persona soñada: la idealización. Tú lo has vuelto a demostrar: el órgano sexual más importante es la cabeza.

Abogada Soltera dijo...

Y es tan difícil tocarla...
Besos ensoñados

alvarodrv dijo...

Una cosa es follar, y otra cosa es otra muy distinta :) Espero tener la misma suerte y encontrar a alguien con quien no sólo follar.
un abrazo!

Unknown dijo...

resuena en ti el azul de tus temores, que la que no tiene que olvidar eres tu,
besos

Abogada Soltera dijo...

Certero, touché!

Max dijo...

Que taladren tu sexo puede hacerte sentir más o menos satisfecha, pero sólo te sentirás plena si es tu seso el taladrado.

Ksss

Edu dijo...

Dificil sera que alguien olvide eso. Pero se puede hacer un esfuerzo, para que la proxima vez, sea como la primera.
Un Abrazo

A.S. Olivier dijo...

Todo llegará...

Abogada Soltera dijo...

Max, el elegante y certero... Totalmente de acuerdo y... es tan difícil que lleguen ahí....

Edu, olvídalo, olvídalo una vez más.

A.S Oliver... Sorprendida. Y mientras llega que sepas que la paciencia no me adorna... Te escribo mientras escucho tu BSO.

LUCIA-M dijo...

que la proxima vez sea igual porque es dificil que se olvide eso...
Besos.

Anónimo dijo...

Bonito intento.... pero ´todavía puedes mejorarlo. No obstante: NOTABLE
Besos

Néctar dijo...

Yo no olvidaría el último su brisa y tus palabras aún dan vueltas en mi mente

Néctares

Anónimo dijo...

Amiga "Abogada.." descubro hoy mismo tu Blog y te confieso mi sorpresa, pues a mis 48 tacos me fascina la sinceridad y osadia con que hablas de tus emociones. No estoy acostumbrado ver en las letras de una mujer tanta siceridad sexual. Tu mundo y relato erótico es muy sugerente y excitante, de veras. Felicidades, espero leer cosas nuevas. Raúl.